Peleas, honor y triciclos: una (pequeña) historia del barrio

Estoy en una terracita tomándome un café con leche.

Observo cómo, a raíz de un pequeño incidente con un triciclo, un niño que se ha echado a llorar intenta propinar un manotazo a otro a la vez que le grita «¡caca!», usando la palabra a modo de pronombre para referirse a su, hasta hace unos segundos, amigo.

Ante lo poco ofendido que demuestra sentirse su rival (quien, para más inri, ha esquivado el torpe manotazo sin apenas esfuerzo), el pequeño corre a los brazos de su madre a chivarse y a buscar consuelo.

De nuevo, la reacción de la madre, quien le atiende de manera algo ausente y en realidad está más interesada en la conversación que mantiene con sus amigas, no es suficiente para él.

Entonces, el niño toma consciencia de su soledad, de la incomprensión de aquellos a quienes consideraba parte de su círculo de confianza… pero también de su poder.

natiaranda.com

Nuestro pequeño héroe busca en lo profundo de su corazón de guerrero la voluntad que le lleve a transformar su frustración en determinación y, hallándola, suelta las faldas de la madre, se levanta y corre enfurecido al encuentro de su némesis para enfrentarle de nuevo.

Pero esta vez, no pretende hablar en vano.

Esta vez está dispuesto a hacer daño de verdad, a reclamar su sitio en el mundo, a erigirse como líder, a… a… cawentóloquesemenea, a poner sus cojones (pequeños cojoncitos de niño) sobre la mesa.

El niño se planta ante el abusón y, ahora sin eufemismos, ciego de orgullo y henchido de honor le grita: «¡CACA DURA!«.

Ya está cada uno en su sitio. El juego puede continuar

6 comentarios sobre “Peleas, honor y triciclos: una (pequeña) historia del barrio

  1. Iba leyendo e imaginando a los dos contrincantes en el centro de un ring rodeados de público apostante. Continuaba ensimismado en la escena y la cambié por una lucha entre Iron-man y el hombre elástico. Menos mal que todo quedo en una simple lucha entre pitufo abusón y pitufo filósofo….

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  2. Que suerte Nati que hayas hecho caso a ese lector y te podamos seguir en este blog.
    Eres todo un descubrimiento, tu perfil de linkedin me parece brutal.
    Mostrarnos tal cual somos y no renunciar a nosotros mismos, esa es nuestra esencia.
    Sin ella, ¿Qué nos queda?

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    1. ¡Ruka! Muchísimas gracias por tu comentario, ¡eres muy amable! Y jopetas, perdona por tardar tantísimo en responder, que tengo esto bastante abandonadillo y se me pasan cosillas de vez en cuando. Me estoy planteando retomarlo, así que es un subidón leerte, ¡muchísimas gracias! Un abrazo.

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